Recientemente leía un artículo en meneame en el que se trataba la poca calidad del código que escribían alumnos de últimos cursos y en cierta manera abogaban por volver a trabajar en entornos donde la memoria y el tiempo de proceso eran mucho más caros que hoy.
Reconozco que el artículo me tiró un poco para atrás al principio, pero luego recordé dos o tres experiencias en mi vida que me hicieron estar bastante de acuerdo.
El jodido VAX de la Salle
Cuanto cursaba el primer curso de Telecos en la Salle Bonanova hacíamos las prácticas de programación en C, en un supermaquinón host que llamaban el VAX (ahora se que aquello no era más que un juguete grande, aunque muy caro https://es.wikipedia.org/wiki/VAX). El tema es que teníamos que usar el editor vi por narices, no había otro. Además, estaba mal configurado el terminal y no había manera de usar las flechas de teclado. Y lo más divertido, teníamos 60 compilaciones por práctica. A partir de ese número, el sistema te penalizaba con 60 segundos, más 10 segundos extra por cada compilación que pasase de 60.
Había prácticas donde fumabas un cigarro en cada compilación. Sobra decir que te mirabas muy bien el código antes de mandar a compilar.
Al año siguiente, cuando dejé Telecos y pasé a estudiar Informática Superior en la UAB, las prácticas de programación me parecían un juego de niños.
Un ejemplo de overkilling, o como matar moscas a cañonazos
La segunda experiencia relacionada es un proceso batch que metía datos en un mysql. Un compañero (y supuesto technical lead del equipo) se empeñó en programarlo con un comando de symfony usando doctrine. Doctrine no es especialmente bueno en ese tipo de tareas, ya que, salvo que lo ajustes adecuadamente, intenta guardar en memoria todas las entidades que ha creado.
Aquel proceso duraba casi una hora y solía romperse a la mitad por falta de memoria.
Siempre pensé, en realidad estoy convencido de que era así, que aquel tech lead no usó doctrine por que creyese que era lo más óptimo, sino porque no sabía trabajar bien a nivel de SQL. Le daba tanto terror (opinión mía) que prefería implementar un mostruo en lugar de bajar de nivel y hacer las cosas fáciles, sencillas y óptimas.
El cerebro acorchado
De eso no hablaba el artículo, es una reflexión personal. Muchas veces he tenido la sensación de que llega un día en que el cerebro empieza a acorcharse. Se acomoda y no admite nuevos conocimientos. empezamos a creer que solo existe una manera de hacer las cosas y somo impermeables a nuevas ideas.
Es por eso que siempre intento estar un poco fuera de mi zona de confort. Con 25 años de carrera por delante, es muy importante aprovecharse de la experiencia adquirida, pero mucho más aún seguir con el motor en marcha y mejorar.
Para probarme y ver si ya estoy en fase de acartonamiento, me he puesto a programar lo que sería una práctica de la universidad, una implementación de árboles binarios en Golang. Y ¿Cómo no? La he programado en Go, que es mi juguete actual y por el que estoy apostando fuerte en mi carrera profesional.
Y he de decir que he sufrido. Creo recordar que en mi época de estudiante era más rápido implementando este tipo de cosas. O quizás era menos exigente y sólo aspiraba al aprobado justito.
En próximos articulos me meteré más en explicaros este proyecto y algunos patrones que he aplicado que me parecen muy interesantes por la manera en que se usan en Golang.